Las escuelas de golf son de vital importancia para el desarrollo y crecimiento del  golf como deporte y como industria.

Todo los agentes del sector , desde los campos de golf hasta los golfistas de élite , se ven beneficiados directa o indirectamente por  labor de una buena escuela de golf.

Es cierto, que se producen sinergias entre todos. El buen hacer de cada uno de los agentes que intervienen en el mundo del golf  beneficiará a los demás.

Sin embargo, no todos los agentes tienen la misma importancia. Si tengo un campo de golf y no tengo jugadores, tendré que cerrar el campo. Pero si tengo una escuela con muchos jugadores acabaré construyendo un campo para que jueguen.

Ningún agente tiene sentido sin jugadores de golf y estos nacen en la escuelas. Estas son el vivero que nutre a toda la industria del golf.

Lo explico brevemente con el siguiente ejemplo. Una escuela que funciona bien , hace que incremente el número de aficionados y los fideliza al deporte. Seguramente , conllevará un aumento de federados , compradores de material , consumidores de green fees , espectadores…. Si el deporte crece la industria crece.

Da igual cual sea el motivo por el que una persona se acerca al golf. La escuela tiene la enorme responsabilidad de hacerle el golf atractivo y accesible, enseñarle el camino para aprender, mejorar y disfrutar jugando.

Las escuelas tienen una importante labor de captación, fidelización y formación de personas como deportistas y  jugadores de golf, tanto  niños como adultos.

Las escuelas aportan jugadores a las federaciones , a los clubes , a los campos y a toda  la industria del golf en general.

En otros sectores se invierten grandes sumas de dinero en los  prescriptores y generadores de negocio.

No me refiero en prescriptores y generadores de negocio para las marcas ( El éxito del golf español  ) sino a los prescriptores del golf como afición y forma de ocio deportivo.

 ¿Qué pasaría si entidades e instituciones…

  1. Comisionaran mínimamente a las escuelas por cada nuevo aficionado? Me refiero un aficionado de verdad, no una persona que se federa un año y ya no juega más.
  2. Colaboraran seriamente en el equipamiento de las  escuelas de golf?
  3. Cobraran  porcentajes o alquileres justos, que favorecieran que las escuelas pudieran poner precios asequibles sin perjuicio de su rentabilidad? 
  4. Ayudaran en la publicidad y promoción de sus escuelas.
  5. Trataran a las escuelas como un verdadero reclamo para el jugador, una unidad de negocio potenciada al máximo y no un servicio sin importancia?
  6. Invirtieran  más en la formación de los entrenadores de golf? ¿No les interesa que  estén altamente cualificados para que tengan más recursos para hacer crecer el deporte y el nivel de los jugadores?

En definitiva, que pasaría si se invirtiera fuertemente en fomentar el desarrollo de los lugares donde las personas van a tener su primer contacto con él golf

En las personas que van ayudar a que los jugadores jueguen mejor y disfruten más de este deporte.

En el agente que va a hacer que los niños se lo pasen bien, se aficionen y aprendan.

Invertir en las escuelas de golf y sus entrenadores  es una apuesta ganadora para todos . Signifa crecimiento y sostenibilidad del golf.

En general, una persona que realmente se aficiona al golf se apunta a clases , se federa ,  compra material , se hace socio de un club, juega en los campos , tira bolas , se abona a movistar golf , hace turismo de golf… 

En una instalación de golf , por ejemplo , las escuelas generan unos ingresos directos: el alquiler de la escuela o el pago de la clase. También unos ingresos indirectos: como son las bolas que tiran los alumnos , las salidas al campo , las inscripciones en los torneos , las compras en la tienda , la consumición en la cafetería…

Cuando una institución o entidad invierte recursos en una escuela de golf  ¿Está invirtiendo solo en la escuela de golf ?

No tengo ninguna duda que fomentar el desarrollo de las escuelas de golf es una iniciativa clave para impulsar la práctica del golf , su crecimiento y sostenibilidad.