Vamos a lanzar un mensaje de alarma para todos aquellos que les gustaría progresar y dominar cada vez más la pelota de golf: ¡ Cuidado con los vendedores del elixir de la eterna mediocridad golfística !

Dicho mensaje debería anunciarse por la megafonía de todas las zonas de práctica de golf( Tee de prácticas, putttig greens y campos). Incluso, si se pudiera, pondría un cartel del estilo: cuidado perro peligroso.

Podríamos decir que la mediocridad se regala, pero no es así. La mediocridad tiene un coste y muy elevado. Priva a las personas de realizarse como les gustaría y las aleja de la satisfacción de los pequeños logros tras largos esfuerzos.

Las personas que practican golf, a cualquier nivel, están expuestos y son de una vulnerabilidad extrema ante un vendedor de mediocridad.

Cualquier jugador que muestre cierta frustración,desconcierto e inseguridad ante su manera de golpear la pelota, se convierte en una presa fácil. El predicador de la mediocridad estará deseoso de mostrarle sus talentos y desvelarle sus secretos.Recetas incluso más instantáneas que el Nesquick.

Cuando hablo de mediocridad no me refiero a una manera de jugar y hacer deporte, sino a una actitud hacia el juego y el deporte.

Una actitud de no te esfuerces en tratar de aprender unos buenos fundamentos técnicos, eso es para los jugadores profesionales. Una actitud de no hace falta que cuides un pelín tu cuerpo, esto es golf ¡por dios!. Una actitud de tu lo que tienes que hacer es jugar mucho en el campo, allí es donde realmente se aprende. Y, por supuesto, una actitud de no cojas clases, porque los profesores te vuelven loco.

El jugador mediocre te asalta esgrimiendo las afiladas cuchillas de los tópicos del golf más utilizados y jamás sometidos a tela de juicio como: mira la bola, deja la cabeza, termina el swing, deja el palo arriba apuntando al objetivo,lanza los brazos al objetivo, acelera con las manos, no te muevas… y alguno más que se me habrá olvidado mencionar.

Si te has dado cuenta que el predicador de la mediocridad te está dando las claves para un swing digno de futbolin,enhorabuena, creo que puedes estar dentro del exclusivo club de los golfistas con criterio. Si sigues entrenando con constancia y tesón estas en el camino para poder alcanzar tu máximo potencial.

El vendedor mediocre es un lobo vestido de caperucita y sin él mismo saberlo. Puede ser un amigo, un familiar,tu pareja, el que está tirando bolas delante tuyo o incluso tu mismo.Se acerca a ti con su mejor intención, pero no se da cuenta del peligro que suponen sus argumentos para la ilusión que todos hemos tenido alguna vez de conseguir nuestras metas deportivas.

Todos ellos en algún momento han decidido abandonar el camino de la excelencia y adentrarse en el laberinto de la mediocridad por falta de paciencia. Se sienten solos y perdidos, tratando de buscar soluciones mágicas para golpear bien la pelota de golf, pero dan bandazos, bolazos sin ton ni son y en encima tratan de que otros escuchen su canción: «la melodía de la bola perdida»

En el proceso de aprender y mejorar es muy fácil desanimarse y tirar la toalla. Nos podemos sentir inseguros, perder el norte y perder la confianza en lo que estamos haciendo. Para llegar a dominar algo estas fases son, en principio, obligatorias. Digo en principio, porque esto se puede evitar. Se puede evitar si consigues ver la luz al final del túnel.

Ver la luz al final del tunel es verte capaz de conseguirlo y tener muy claro lo que tienes que hacer para conseguirlo. Esto último es clave para mantener a raya a la mediocridad y a sus vendedores.

Si has comprendido y tienes una idea clara de como es el swing de golf, ya está, sólo es dedicar tiempo y poner todos los medios que estén en tu mano para conseguir lo que quieres. Si lo tienes claro, detectarás en seguida a los mediocres y no dejarás que te roben ni un segundo de tu entrenamiento.Serás capaz de con educación dejar a un lado tu educación y mandar al mediocre a hacer puñetas. Nunca nadie te verá débil e inseguro. Tu mismo brillarás con el reflejo de la luz que ves al final del túnel, porque tienes un objetivo, unos fundamentos sobre los que trabajar y un plan a seguir.

Esfuérzate en comprender lo que tienes que hacer, eso es mucho mas importante que hacerlo. Por que si quieres llegar a hacerlo primero tienes que comprenderlo.Si lo comprendes, nunca estarás perdido ni tiraras la toalla, porque sabes que sólo es cuestión de tiempo y esfuerzo.Si no lo comprendes entraras en un laberinto sin salida. Beberás del elixir de la eterna mediocridad una y otra vez buscando respuestas mágicas, pensando que te ayudará a encontrar la salida más rápida, pero este sólo te atrapa, aturde y frustra, aunque muchas veces te cueste reconocerlo.Desde que empiezas a comprender, los muros del laberinto van cayendo, lo vendedores se empiezan a convertir en bufones y el elixir de la eterna mediocridad se convierte en agua inocua.