Soy lo que entreno

Clases de golf en Español

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Reflexiones tras el III Seminario de la PGA sobre Biomecánica y Técnica de golf.

En la vida todas las experiencias aportan, unas porque enseñan y otras porque crees que no te enseñan. Ambas te dan que pensar, te hacen reflexionar, notas que algo en ti ha comenzado a latir, probablemente una nueva idea o varias al mismo tiempo. Estas desembocaran en crecimiento, tanto como si te hacen avanzar o retroceder en tus pasos.Si, a veces retroceder es avanzar y crecer, aunque de esto sólo te das cuenta tras años de constancia.

Después de este pequeño desliz filosófico empiezo mis reflexiones tras el III Seminario de la PGA sobre Biomecánica y Técnica de golf. Una experiencia que puedo valorar como muy científica.

La ponencia del profesor de biomecánica de la Texas Woman´s University Dr. Young-Hoo Kwon y los comentarios del profesor de la facultad de Ciencias de la Actividad Física y el deporte de la Universidad de Las Palmas, Joaquin Sanchis, con el que tuve el inmenso placer de compartir los dos días de seminario como asistente, así me lo hicieron ver.

Desde un punto de vista científico, no se puede afirmar con rotundidad ningún hecho que no esté demostrado con números y datos, obtenidos tras un estudio o experimento llevado a cabo con una metodología rigurosa, aprobada por la comunidad científica y utilizando una muestra lo suficientemente representativa de la población.

Teniendo en cuenta esto ¿ Quién puede afirmar al 100% que la técnica de golf es de una manera o de otra? Pues por la conclusión que yo saco, todavía nadie. A lo mejor es verdad que no hay una sola técnica para golpear la pelota, pero lo que si creo firmemente es que siempre hay una manera más eficiente de generar más velocidad en cabeza de palo, de ser más consistente en todo los golpes, de ser más preciso… y,sobre todo, de hacer este deporte más fácil de aprender. En estos sentidos la ciencia puede aportar mucho al mundo del deporte.

El profesor Kwon afirmó científicamente, que el factor determinante para generar velocidad en la cara del palo es la velocidad a la que rotan las caderas.Por lo que, la secuencia cinética y el x-factor , que tantos teníamos como verdades absolutas de velocidad, no lo son, o no de la manera que creíamos.Yo pienso que la secuencia cinética, aunque no suceda de la manera que nos habían explicado, es muy importante. Dicho de otra manera, lo que necesitamos realizar es un movimiento coordinado orientado a generar velocidad. Esta afirmación del científico koreano cambiará mucho el mensaje que hasta ahora los entrenadores estábamos intentando transmitir.

También nos habló de las conclusiones que había sacado en sus estudios sobre el plano del swing. En resumen, lo que nos afirmó es que el único tramo por el que el palo hace su recorrido por el mismo plano es por debajo de la cintura, lo que yo llamaría el área de impacto.En mi opinión, esto es interesante pero no relevante. Considero absurdo intentar que el palo vaya por mismo plano durante todo el swing. Cuando hacemos un swing de golf, no estamos dibujando con tinta un precioso círculo en el aire, estamos balanceando un palo con el fin de golpear una pelota. No obstante, si da alguna pista sobre en que parte centrarse más a las hora de enseñar y entrenar el swing.
La ciencia pone en duda absolutamente todo:” ¿ Cómo ? ¿ Qué dice usted? ¿ Qué para darle bien a la pelota hay que tener la muñeca izquierda plana y la derecha con ángulo? ¿ Tiene datos numéricos que lo demuestren? Pues….no. Pero si tengo un montón de vídeos de alumnos que le pegan bien a la pelota, todos tienen las muñecas de esa manera, yo mismo lo siento así y la gran mayoría de entrenadores coincidimos en es aspecto”¿Serían estos suficientes argumentos o de relevancia considerable para un científico?

Podríamos decir que está la ciencia y los científicos por un lado y la experiencia y los expertos por otro. En estos últimos podríamos encuadrar a Andy Plummer (Entrenador de golf) y Chuck Cook (Entrenador de golf). Estos no tienen formulas matemáticas que demuestren que lo que enseñan es cierto, pero si una gran experiencia haciendo que jugadores le peguen mejor a la pelota.

Y la pregunta aquí es…¿ Todo tipo de jugadores o sólo de primer nivel? Teniendo en cuenta mi nueva visión científica del deporte me preguntaba ¿ Por qué ninguno de los asistentes fuimos convocados para dar una conferencia sobre enseñanza y técnica de golf ? ¿ Por qué lo que dice Chook o Andy tiene más credibilidad que lo pueda aportar cualquiera de los que asistimos al seminario? ¿ Tienen datos científicos que lo demuestren?A lo mejor no, pero entrenan a jugadores de primer nivel y esto es lo que a priori les puede dar mayor o total credibilidad.

Creo que no hay ningún entrenador que se haya hecho famoso por conseguir que un montón de personas comprendidas entre los 30 y los 70 años se inicien en el golf, consigan disfrutar e ir mejorando su nivel ¿ Verdad?

En el párrafo anterior quiero exponer la idea de que sólo la ciencia, los datos y números aportan verdad, lo que dicen los expertos seguramente muchas veces es verdad, pero no se pueden tomar como tales hasta que no estén demostradas científicamente.Hasta que esas verdades no estén debidamente demostradas, lo que las haces creíbles son la lógica y los logros de los entrenadores que las predican.

Detrás de esto, entre otras cosas se esconden la humildad y el respeto hacia las opiniones de los demás. Mientras haya aspectos sin demostrar científicamente, hay que considerar y respetar todas las opiniones, incluidas las de los alumnos. Todos podemos aportar algo al conocimiento. Esto implica tener formas de pensar poco apegadas, abiertas al cambio y con una gran capacidad de adaptación.Evidentemente, no quiero hacer con esto un llamamiento al todo vale, porque hay hipótesis absurdas sin necesidad de estudios científicos que lo ratifiquen y también las hay de una gran certeza basadas en la mera experiencia,aunque para ser aceptadas como verdades hará falta someterlas al rigor de la ciencia.

La biomecánica estudia el cuerpo humano como una máquina y la influencia de las leyes de la física sobre esta ¿solo hay que tener en cuenta esto en el swing de golf? Por ejemplo, la velocidad de la cara del palo sólo depende de la velocidad de la cadera ¿Y qué músculos hacen que se mueva a esa velocidad? y el cerebro ¿ importa la velocidad al que este manda la orden a través del sistema nervioso? Y la visión ¿como influye en el swing de golf? Y las emociones ¿Cómo influyen en la ejecución y, sobretodo, en el aprendizaje? Son muchas las interrogantes que se me plantean y muchos especialistas en diferentes áreas los que estarán involucrados en buscar las respuestas.Científicos y expertos deberán trabajar conjuntamente para ir poco a poco dilucidando las claves de la eficiencia golfística. Aunque queda mucho por recorrer, vamos por buen camino.



 

¡Eres un incompetente!

Que bueno es estar suscrito a la revista especializada en golf «Golfdigest» y que te llegue a casa todos los meses desde hace años, el coste al año no es muy elevado (ahora mismo no recuerdo cuanto es). Por ese módico precio te da la oportunidad de almacenar revistas y revistas después de echar una simple ojeada, porque la verdad es que el contenido no me resulta de mucho interés. Las noticias, el material, la preparación física lo tengo bastante cubierto con internet (con youtube y algunos blogs que sigo) y la parte de técnica de golf es más que pobre, demasiado truquito para salvar el resultado en el torneo del sábado, seguramente con escaso y cortoplazista éxito. Eso si, todo de la mano de los jugadores y entrendores de máximo reconocimiento mundial.

Sólo leo con detenimiento a Paul Leiger y a mi amigo Alejandro Nagy (www.golfindustria.com) que se ha incorporado recientemente a publicar en la revista. Paul es muy bueno y por ahora no me ha defraudado ninguno de sus artículos, es más, hay veces que parecemos estar conectados porque cosas que pienso o hago durante las semanas previas a leerle coincide con el tema de su artículo. Peeeero, de vez en cuando hay sorpresas y en uno de los números, no recuerdo cual ahora, el gran maestro de golf Jim Flick hablaba de las diferentes etapas del aprendizaje de un golfista. Desde entonces lo he interiorizado e introducido en mis clases. Me parece una descripción espectacular.

Los cuatros pasos o estados son los siguientes:

1. Inconscientemente incompetente (II): No sabes nada y como es lógico no eres capaz de hacer algo que nadie te ha explicado. Es el estado en el que el jugador esta antes de comenzar la primera clase. En el momento que comienza esta primera clase ya pasamos al segundo estado.

2. Conscientemente incompetente (CI): Empiezas a tener ideas y conocimientos de lo que tienes que hacer y si lo entiendes mejor que mejor, pero por la falta de horas de práctica todavía no consigues los resultados deseados. Aqui hay muchos muchos muchos encerrados sin dar el salto al tercer paso del aprendizaje.

3. Conscientemente competente (CC): Después de unas cuantas horas de prácticas (no en un solo día, más bien cientos) empiezas a obtener resultados, empiezas a notar que sabes lo que haces pero todavía lo tienes que pensar demasiado. En este punto se encuntran ese reducido grupo de personas que entrenan y se sacrfiican para conseguir sus objetvos.

4. Inconscientemente competente (IC): Este es el estado al que todos quieren llegar y muy pocos llegan. Es el estado de flujo donde solo juegas, pegas a la bola y normalmente disfrutas. Para alcanzar este punto no solo es necesario una gran cantidad de entrenamiento sino también una gran calidad en los calidad de los mismos. Recuerda siempre que eres lo que entrenas.

A veces es difícil llamar incompetente a un alumno principiante que se esta iniciando en el golf, la cara que ponen es para grabarla, pero cuando le explicas este proceso de aprendizaje, el jugador entiende perfectamente en que punto se encuentra, porque es un incompetente y que tiene que hacer para dejar de serlo.

El golf no es difícil,las olas son muy grandes.Un reto debería ser siempre divertido.

Tengo la suerte y el privilegio de trabajar muy cerquita del mar. La playa de las canteras, en Las palmas de Gran Canaria, está a 5 minutos caminando de mi trabajo. Nuestra escuela, PlayGolf, está situada en uno, si no el mejor campo de golf urbano de nuestro país,Las palmeras golf. Esta proximidad con el mar, me ha brindado la oportunidad de poder explicar porque considero que el golf no es difícil.

Desde aquí veo como entran la olas por el confital y como están de grandes en la Cícer. El surf siempre me ha atraído,desde pequeño  me ha llamado mucho la atención y hace unos 2 años comencé a practicarlo con cierta asiduidad durante unos 4 meses, gracias  a lo cerca que lo tengo del trabajo.

Cuando empezamos un deporte todos nos imaginamos haciendo grandes cosas. Vemos a los buenos y parece fácil. Si ellos pueden yo también y…, por supuesto, que esto es así, pero no cuando llevas tan sólo 4 horas de olas como entrenamiento.

Miras las olas desde fuera y no parecen tan grandes. Cuando estas debajo las ves de otra manera. Ya no te digo como las ves cuando te revuelcan y te hunden hacia la arena, en uno de esos miles de intentos fallidos que necesitas para conseguir subirte encima de la ola y bajarla de aquella manera, que es de todo menos glamurosa.

Creo que todo el mundo entiende que si eres un principiante en surf, no vas a empezar metiéndote hasta el  fondo y tratando de coger las olas más grandes. Probablemente, pensaremos que tratar de subirnos y cebar la espumita que dejan, estará más que bien para ir cogiendo las habilidades básicas y no jugarnos el físico en el intento. Puede que, incluso, hacer unos ensayitos en la arena de como subirse en la tabla, sea mejor idea aún, antes de ir directamente a las espuma.

En este deporte meternos en una ola que no nos corresponde puede suponer un riesgo para nuestra integridad física,creo que todos lo entendemos así. Parece lógico empezar aprendiéndo de lo fácil a lo difícil, es decir, adquiriendo progresivamente las habilidades técnicas y físicas necesarias para ir cada vez subiendo la dificultad de los retos, las olas. Si no lo entiendes así, cuando te pegues el primer revolcón contra el suelo lo entenderás, créeme.

Con esto no quiero decir que no llegará el día que tengas que dar un salto de nivel, incrementar la dificultad del reto, pero no cuando estás empezando. Hasta que lo fácil no deje de ser difícil y no deje ser un juego divertido, no deberías ir a por más estímulos. Si no lo ves así, deberías militar  en algún grupo de fundamentalistas islámicos, das con el perfil.

Si no soy capaz de ponerme de pie en la espuma ¿Como voy a ser capaz de ponerme de pie y bajar una ola ? Si no soy capaz de ejecutar bien un golpe corto de 20 metros ¿Como lo voy a ser con el driver a 200 metros de objetivo?

Os puedo asegurar que intentar meterte hasta donde nacen las olas, luchando contra ellas sin que te dejen avanzar devolviendote a la orilla, como si se estuvieran defendiendo de ti, es una de las sensaciones más frustrantes que he vivido.

No recuerdo cuales eran mis  sensaciones, emociones  y pensamientos cuando empecé a jugar al golf, era muy pequeñito, pero estoy casi seguro que eran las mismas que cuando empecé con el surf.

Llegas con tu tabla, miras al mar con ojo de experto «surfero», te visualizas cogiendo una ola tras otra, bajandolas de izquierda, de derecha con un estilo impecable y te dices:¡¡¡¡ Va a ser una mañana épica!!!! Claro, para pensar y sentir esto, previamente has tenido que ponerle un esparadrapo a tu sentido común para silenciar lo que está intentando decirte a grito pelado: «¡Insensato!¿Donde vas? tirate en la espumita, haz lo que puedas, todavía tienes poca experiencia y no dominas la técnica.  Conformate si logras subirte en la tabla. Algún día harás cosas increíbles, pero todavía no, te faltan horas de entrenamiento.»

Pensando y escribiendo esto, siento un escalofrío empático por dentro por la cantidad de gente frustrada que puede estar practicando deporte en este momento. Mejor dicho, que probablemente hayan abandonado un deporte por el simple hecho de no aceptar el nivel que tienen y no haberse enfrentado a los retos acordes con cada etapa del proceso de aprendizaje.

Vamos a hablar de golf, que es a lo que me dedico enseñar. Aunque muchas veces pienso que me dedico a enseñar como aprender y como enfocar este proceso. En una sociedad cortoplacista, orientada al estímulo rápido y los resultados inmediatos, es muy difícil aprender nada ni esforzarse por nada. A las pruebas me remito ¿como es posible que alguien se compre un aparato que promete ponerte en forma sin moverte del sillón de la tele?

Los campos de golf son enormes y sinuosos, son olas grandes y difíciles. La mayoría de los golfistas que surfean los campos de golf no están preparados para afrontarlos ni física ni técnica ni mentalmente o, por lo menos, no para exigirse los resultados o los golpes que se exigen y que se reflejan en sus handicaps. Por cierto, muy poca gente cumple ¿Algo está fallando aquí?

Que una ola grande te revuelque, es el equivalente en golf a jugar un par 5 de 520 metros desde amarillas o blancas, con árboles a las derecha y fuera de límites a la izquierda, cuando todavía no eres capaz de mover la bolas 120 metros y, mucho menos recta, perder 5 bolas y hacer 20 golpes. Suerte que existe la modalidad Stableford, los pobres surfistas no la tienen.

No sería más lógico empezar jugando alrededor del green ( espumita).Después pasar a un campo de pitch and putt o campo grande saliendo desde la calle ( ola pequeña) e ir subiendo la longitud y dificultad de los hoyos ( olas) a medida que mejoremos nuestra precisión y distancia.Y si no mejoro mi distancia o mi precisión ¿Qué tendría de malo ser toda la vida un jugador de putting green? o cuando llegue a un edad que ya no pueda mandar la bola a 200 metros ¿Qué tendría de malo jugar campos de pitch and putt y renunciar a campos más grandes? Absolutamente nada.Lo único que estaríamos haciendo es darnos la oportunidad de pasárnoslo bien siempre que juguemos al golf y no abandonarlo nunca.

Pues parece ser que esto no es tan lógico como parece. La mayoría de la gente no entrena lo suficiente para mejorar sus habilidades, encima se enfrentan a retos cada vez más difíciles, campos grandes y sinuosos y para más INRI se apuntan a torneos… no es de extrañar que el 99% de las veces que le preguntas a un golfista que tal está jugando te diga: » Fatal, voy para atrás como los cangrejos».

¡¡¡Pues claro que vais para atrás, mentecatos (que nadie se ofenda que yo también me incluyo)!!! Os habéis pasado tres pueblos mentalmente, cuando todavía no habéis llegado a la primera parada real. ¿ Qué hacemos ahora? ¿Hundirnos?¿Abandonar? Un rotundo, NO.

Nos hemos metido en las olas grandes, nos han revolcado, han hecho con nosotros lo que han querido. Pues ya está, mi nivel es de espumita, lo acepto y chapoteo en ella hasta que consiga mejorar mis habilidades  y, repito, no pasa absolutamente nada.

Imaginemos ahora a una persona que solo sabe hacer golpes cortos, de 30 metros hacia abajo y patear. Lo hace medianamente bien,pero de verdad. Conociendo la técnica y haciéndola cada vez mejor; no como esos jugadores que hay por ahí naufragando sin criterio, tratando de controlar la bola por arte magia,redescubriendo la técnica de golf y expuestos a cualquier consejo gratuito en el tee de prácticas.

Este jugador Sabe que todavía le quedan unos meses más de práctica personal y guiada para dominar estos golpes, y por el momento, sólo juega hoyos de esta distancia, porque no domina golpes más largos; ya lo hará.Este jugador pensaría: «Genial, me encanta el golf, ya casi domino el golpe corto y mis resultados van mejorando en esta distancia. Pero hasta que no controle el golpe largo un poquito más, no voy a dar el salto a campos más largos y, mucho menos, apuntarme a torneos. A no ser que sean de la escuela, para ir cogiendo soltura»

Esta persona estaría feliz con su deporte. Siempre se enfrentaría  a tareas que están acorde con su habilidad, a metas alcanzables; se lo pasaría en grande, porque se enfrentaría cada día a un reto que le supondría cierta dificultad, pero que sería capaz de superarlo porque dispone de los recursos necesarios.

Con el paso del tiempo, se iría dando cuenta que ya los golpes cortos no le suponen una dificultad, que puede subirse sin problemas en la espuma y llegar hasta la orilla. Entonces el reto dejaría de serlo, buscaría estímulos mayores subiendo el nivel de dificultad, campos más largos, olas más grandes y así continuar con un proceso enriquecedor que no tiene fin.

Golfista, escucha tu sentido común no lo silencies. Se consciente de cual es tu nivel actual, acéptalo y trabaja para superarlo. El golf no es difícil si eliges bien tu ola.

¡¡ Solo tenemos que dar marcha atrás cuando nos hemos pasado hacia delante!!

 

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