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Bryson in love

Es viernes por la noche. Me tomé una copa de vino tinto mientras cenaba con mi mujer. Me senté a ver el torneo del PGA TOUR por televisión y ahí empezó a torcerse mi viernes noche. Los comentaristas del canal de golf de Movistar me amargaron la noche. La poca coordinación entre ellos, el intento de uno de ellos por hacerse notar y la falta de criterio eran insoportables. Caramba, que nervios me he cogido.

Bryson Dechambeau

Me empezó a chocar cuando uno de ellos hablaba y el otro no le hacia ni caso, vamos, que no le respondía a muchos de sus comentarios, pero el primero insistía. Parecía crecerse y buscar al otro, pero ante la inconsistencia de sus frases, el segundo no podía interactuar. La gota que colmo mi paciencia fue cuanto el primero de los comentaristas se empeño en criticar a Bryson Dechambeau. Después de muchas aportaciones insustanciales, decidió que era buen momento para decir que el jugador que actualmente domina el mejor de los circuitos de golf profesional es lento, pega demasiado largo y no durará mucho tiempo a este nivel. ¡Por favor! Aquí ya tuve que ir a por mi ordenador y escribir mi crítica. 

Tenemos un jugador capaz de cambiar, de adaptarse y de evolucionar. En definitiva, de hacer crecer, o por lo menos intentar hacer progresar este deporte. En mi opinión, el golf esta cambiando. No entiendo el miedo a que un jugador le pegue muy fuerte. ¿Acaso hemos tenido miedo a que Lebron James haga mates muy fuertes o a que Usain Bolt corra muy rápido? Deportistas como estos han hecho sus deportes más atractivos, más populares. Imagina una NBA sin que Curry pudiera meter triples desde el parking ¿Estamos locos o qué? Me llamó especialmente la atención cuando este comentarista insistió en que el swing de Dechambeau era para pocos años, que no le duraría para siempre ¿Y qué? Puede que algo este cambiando y que las carreras profesionales de golf pasen a ser más cortas. Menos años a más nivel, para más espectáculo ¿Por qué no? Me parece una reflexión interesantísima. 

El golf puede estar acercándose a otros deportes. Los jugadores empiezan a destacar antes. Tenemos cada vez más jugadores de “veintipocos” que ganan torneos. Igual empezamos a ver jugadores que se retiran antes porque ya han ganado no se cuantos grandes, han sido número uno del Ranking mundial y son archimillonarios. Y por encima de todo, no olvidemos que en el golf gana el que menos golpes hace. Juegue lento, largo, por bajo o por alto.

Respeto todas las opiniones, pero me superan los comentaristas deportivos cansinos, sin recursos y que no dominan la materia sobre la que están hablando. Los que nos ponemos a ver el torneo de golf el viernes por la noche, nos sentamos a ver un espectáculo deportivo (de los más espectaculares que existen por muchos motivos) no nos sentamos a ver el torneo senior de club. ¡Dame alegría! No me amargues la noche, joder. Imagina que le pidiéramos a Rafa Nadal que corriera menos o que no le diera tan fuerte a su revés. ¡Por cierto! A ver si Rafa gana otro Roland Garros. ¡Vamos Rafa!

PANTALONES CORTOS EN EL GOLF ¿ESTAMOS LOCOS O QUÉ?

Desde hace muy poco tiempo los profesionales del PGA Tour pueden jugar al golf en pantalón corto, los del European Tour lo hacen desde algunos años. Ojo, solo en las rondas de práctica y el día de Pro-am. ¿Es esto una gran noticia? En muchos medios se ha tratado de esta manera, pero ¿No nos estaremos conformando con poco? Sé, que con este escrito incordiaré a los amantes de las tradiciones y costumbres del golf. Pero, caramba, es que no le encuentro explicación a que los jugadores profesionales de golf tengan que competir obligatoriamente con pantalón largo, o que haya que jugar con un polo con cuello ¿Qué sentido tiene?. 

Phil Mickelson

He estado investigando sobre el tema, pero no he encontrado nada sobre esta norma que satisfaga mi curiosidad. No esperaré más para dar mi opinión; Los jugadores de golf profesionales deberían poder jugar en pantalón corto y con camisetas sin cuello. Ya está, ya lo he dicho. Estoy preparado para aguantar los golpes que me vengan, ja ja ja. Es cierto, que también pienso que los circuitos, al mismo tiempo que permiten esto, también deberían establecer unas normas de vestimenta que haya que cumplir. No me gustaría ver a Andrew “Beef” Johnston jugando con una mallita ajustada o a Matt Kuuuuuuuuuchar con una camiseta sin mangas. No sería bueno para la imagen de nuestro deporte.  Lo que sí sería muy positivo, sería verlos jugar con unas prendas que se adapten a la práctica deportiva que realizan.

Tratemos por separado el tema de los pantalones y el del polo con cuello. En el primero de los casos, es de sentido común. Un gran número de torneos del calendario profesional se juegan en unas condiciones de temperaturas medias o altas. En muchas ocasiones, también con una gran humedad. Entonces, porque no jugar con pantalón corto. Dos serán los beneficios de adoptar esta medida: El primero, la comodidad que supondrá a los jugadores profesionales a la hora de desempeñar su trabajo. El segundo, en cuanto a imagen, más deportiva. Lo de que en muchos campos de España sea obligatorio usar un polo con cuello para practicar o jugar, lo dejaremos para otra ocasión. Demasiada caña al cuerpo en tan pocas palabras. 

No soy enemigo de la tradiciones y las costumbres, que no se me malinterprete. Pero pienso que todo tiene que evolucionar y adaptarse al tiempo en el que vive. Me encanta ver el torneo de Tenis de Wimblendon, donde los jugadores están obligados a vestir completamente de blanco. Es precioso ver los partidos con los jugadores de un blanco impoluto batiéndose el cobre sobre la hierba. Le da cierto encanto al calendario de torneos. Por ejemplo, me parecería una idea fantástica que Augusta National obligara a jugar con zapatos blancos y pantalón largo los cuatro días de competición, una tradición más que ayudaría a que este torneo siga siendo tan grande. Una vez al año no hace daño. Un circuito profesional en el que se conjuguen a la perfección lo clásico, lo lógico y lo moderno es lo que necesitamos.

Como conclusión, hay que añadir que un alto porcentaje de los jugadores de los diferentes circuitos están a favor de este tipo de iniciativas y, en particular, de poder jugar en pantalón corto. Para mí, esto es lo más importante. Por favor, haz todos lo comentarios que creas oportunos. Lo que has leído es mi opinión, seguro que tú tienes la tuya. Disfrutaré mucho conociéndola. Que el golf siga adaptándose a los tiempos modernos y abriendose a más gente es trabajo de todos lo que amamos este gran deporte. Soy lo que entreno.

Adam Scott

La titulitis no es lo mismo que la motivación y responsabilidad de ser un buen profesional.

Actualmente, la PGA España y la Federación Española de Golf han aunado fuerzas para regularizar a nivel europeo las titulaciones de los entrenadores golf españoles. Podríamos decir, que se está regulando la formación académica en nuestro sector.

Las necesidades de esta iniciativa básicamente son tres: mejorar el nivel de conocimientos y habilidades de los entrenadores, crear oportunidades de trabajo en otros países y luchar contra el intrusismo profesional.

Esta regulación reconocerá las aptitudes y capacitación de un entrenador, en función de los créditos que obtenga por los seminarios y cursos que vaya realizando durante su carrera.En principio, podríamos decir, que a más títulos mas cualificado estas y mejor entrenador serás considerado.

No creo en los títulos. Un título o una certificación sólo prueba que has abonado una inscripción, has asistido y, en algunos casos, que has aprobado un test ¿esto demuestra que el que ha asistido es mejor entrenador que otro que no ha asistido? Pues depende de la digestión mental y práctica que el titulado haga de los nuevos conocimientos.

Creo en compartir y adquirir conocimiento, pero ¿para que quiero un título que certifique que he aumentado mis conocimientos?¿No deberíamos querer conocer y mejorar por el simple hecho de hacerlo?¿No puede generar esta necesidad de créditos una titulitis absurda?

Para mi la palabra intrusismo no tiene ningún sentido. Me parece una protección de la mediocridad, como comentó mi hermano Oscar en su artículo “ Intrusismo: La defensa de la mediocridad” ¿quién es médico, el que cura o el que ha estudiado medicina?¿ Quién es abogado, el que sabe de leyes o el que ha acabado la carrera?¿ quién es entrenador de golf, quien hace mejorar a los jugadores o el que tiene más títulos? Si llevo mi coche a un taller y no me lo arreglan, lo llevaré a otro que lo haga, aunque no tenga ningún tipo de certificación.No hace falta regularlo por ley.Si voy a participar en una carrera y mis adversarios corren más que yo¿Qué hago?¿Intento que no participen en la carrera?o¿Entreno para ser más rápido?

Solamente con que exista un entrenador con pasión por lo que hace y se preocupe por mejorar a base de cursos, títulos, libros, vídeos, conferencias,entrenar, empiece a hacer las cosas de manera diferente y a ganar clientes, indirectamente está obligando al resto del gremio a, por lo menos, plantearse su manera de trabajar y ver su profesión. La obligación que genera la propia responsabilidad no es la misma que la obligación impuesta.

La obligación impuesta de formarse podría transformarse en el negocio redondo del conocimiento. Si yo obligo a la gente a titularse para poder dar clase o ser reconocidos, pues la venta de títulos y cursos está garantizado¿No?.

Ojo!No estoy diciendo que la formación deba ser gratis. Los conocimientos, la propiedad intelectual tienen un precio. Sería un predicador si no lo hiciera, estaría creando una nueva religión. Solo me pregunto ¿ Por qué tiene que ser obligada? A mi nadie me ha obligado a hacer un curso, tampoco me los han pagado y voy a todos los que puedo. Voy porque me interesa, porque persigo el conocimiento, quiero ser cada vez mejor y hacer mejorar a los demás. Esto es lo que me motiva.

Si, es verdad, que a la hora de contratar a alguien como empleado e incluso como entrenador, a priori, los títulos,son la carta de presentación ¿garantiza esto que sea un buen profesional? ¿ cuantos licenciados y masterizados hay por el mundo que son auténticos intrusos de su profesión?

Me parece fundamental que estos organismos nos acerquen y faciliten todo tipo de seminarios y cursos;Facilitar la formación es, sin duda, un avance para nuestro sector. Además, confío en el nuevo equipo de la PGA España; tiene un perfil diferente,abierto, moderno,formado, con un criterio y una visión del golf que dista de lo que se viene haciendo hasta ahora. Estoy seguro que aportarán mucho a los asociados y al mundo del golf en nuestro país.

En mi opinión los profesionales de cualquier sector deberían formarse por pasión y responsabilidad, no por obligación. No debemos caer en la titulitis, es un error. Debemos ver la oportunidad de acceder a un curso y a las certificaciones como una oportunidad de crecer interiormente.Fomentemos la motivación de ser un gran maestro.

¡Hommer Kelly no era PGA!

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