Clases de golf en Español

Autor: Oscar Garzón (Página 17 de 19)

Esos locos que corren, vídeos que me vuelven loco

 

El video «esos locos que corren» me encanta, representa perfectamente la realidad de los aficionados a correr, durante los siete minutos y algo de duración esta historia te hace recordar muchas experiencias vividas durante tus carreras y entrenamientos. Recomiendo ver el video completo y abajo dejo la letra completa del escritor uruguayo Marciano Durán.

 

«Esos locos que corren Yo los conozco. Los he visto muchas veces. Son raros. Algunos salen temprano a la mañana y se empeñan en ganarle al sol. Otros se insolan al mediodía, se cansan a la tarde o intentan que no los atropelle un camión por la noche. Están locos. En verano corren, trotan, transpiran, se deshidratan y finalmente se cansan… sólo para disfrutar del descanso. En invierno se tapan, se abrigan, se quejan, se enfrían, se resfrían y dejan que la lluvia les moje la cara. Yo los he visto. Pasan rápido por la rambla, despacio entre los árboles, serpentean caminos de tierra, trepan cuestas empedradas, trotan en la banquina de una carretera perdida, esquivan olas en la playa, cruzan puentes de madera, pisan hojas secas, suben cerros, saltan charcos, atraviesan parques, se molestan con los autos que no frenan, disparan de un perro y corren, corren y corren. Escuchan música que acompaña el ritmo de sus piernas, escuchan a los horneros y a las gaviotas, escuchan sus latidos y su propia respiración, miran hacia delante, miran sus pies, huelen el viento que pasó por los eucaliptos, la brisa que salió de los naranjos, respiran el aire que llega de los pinos y entreparan cuando pasan frente a los jazmines.

Yo los he visto. No están bien de la cabeza. Usan championes con aire y zapatillas de marca, corren descalzos o gastan calzados. Traspiran camisetas, calzan gorras y miden una y otra vez su propio tiempo. Están tratando de ganarle a alguien. Trotan con el cuerpo flojo, pasan a la del perro blanco, pican después de la columna, buscan una canilla para refrescarse… y siguen. Se inscriben en todas las carreras… pero no ganan ninguna. Empiezan a correrla en la noche anterior, sueñan que trotan y a la mañana se levantan como niños en Día de Reyes. Han preparado la ropa que descansa sobre una silla, como lo hacían en su infancia en víspera de vacaciones. El día antes de la carrera comen pastas y no toman alcohol, pero se premian con descaro y con asado apenas termina la competencia. Nunca pude calcularles la edad pero seguramente tienen entre 15 y 85 años. Son hombres y mujeres.

No están bien. Se anotan en carreras de ocho o diez kilómetros y antes de empezar saben que no podrán ganar aunque falten todos los demás. Estrenan ansiedad en cada salida y unos minutos antes de la largada necesitan ir al baño. Ajustan su cronómetro y tratan de ubicar a los cuatro o cinco a los que hay que ganarles. Son sus referencias de carrera: ‘Cinco que corren parecido a mí’. Ganarle a uno solo de ellos será suficiente para dormir a la noche con una sonrisa. Disfrutan cuando pasan a otro corredor… pero lo alientan, le dicen que falta poco y le piden que no afloje. Preguntan por el puesto de hidratación y se enojan porque no aparece. Están locos, ellos saben que en sus casas tienen el agua que quieran, sin esperar que se la entregue un niño que levanta un vaso cuando pasan. Se quejan del sol que los mata o de la lluvia que no los deja ver. Están mal, ellos saben que allí cerca está la sombra de un sauce o el resguardo de un alero. No las preparan… pero tienen todas las excusas para el momento en que llegan a la meta. No las preparan…son parte de ellos.

El viento en contra, no corría una gota de aire, el calzado nuevo, el circuito mal medido, los que largan caminando adelante y no te dejan pasar, el cumpleaños que fuimos anoche, la llaga en el pie derecho de la costura de la media nueva, la rodilla que me volvió a traicionar, arranqué demasiado rápido, no dieron agua, al llegar iba a picar pero no quise. Disfrutan al largar, disfrutan al correr y cuando llegan disfrutan de levantar los brazos porque dicen que lo han conseguido. ¡Qué ganaron una vez más! No se dieron cuenta de que apenas si perdieron con un centenar o un millar de personas… pero insisten con que volvieron a ganar. Son raros. Se inventan una meta en cada carrera. Se ganan a sí mismos, a los que insisten en mirarlos desde la vereda, a los que los miran por televisión y a los que ni siquiera saben que hay locos que corren. Les tiemblan las manos cuando se pinchan la ropa al colocarse el número, simplemente por que no están bien.

Los he visto pasar. Les duelen las piernas, se acalambran, les cuesta respirar, tienen puntadas en el costado… pero siguen. A medida que avanzan en la carrera los músculos sufren más y más, la cara se les desfigura, la transpiración corre por sus caras, las puntadas empiezan a repetirse y dos kilómetros antes de la llegada comienzan a preguntarse que están haciendo allí. ¿Por qué no ser uno de los cuerdos que aplauden desde la vereda? Están locos. Yo los conozco bien. Cuando llegan se abrazan de su mujer o de su esposo que disimulan a puro amor la transpiración en su cara y en su cuerpo. Los esperan sus hijos y hasta algún nieto o algún abuelo les pega un grito solidario cuando atraviesan la meta. Llevan un cartel en la frente que apaga y prende que dice ‘Llegué –Tarea Cumplida’. Apenas llegan toman agua y se mojan la cabeza, se tiran en el pasto a reponerse pero se paran enseguida porque lo saludan los que llegaron antes. Se vuelven a tirar y otra vez se paran porque van a saludar a los que llegan después que ellos. Intentan tirar una pared con las dos manos, suben su pierna desde el tobillo, abrazan a otro loco que llega más transpirado que ellos.

Los he visto muchas veces. Están mal de la cabeza. Miran con cariño y sin lástima al que llega diez minutos después, respetan al último y al penúltimo porque dicen que son respetados por el primero y por el segundo. Disfrutan de los aplausos aunque vengan cerrando la marcha ganándole solamente a la ambulancia o al tipo de la moto. Se agrupan por equipos y viajan 200 kilómetros para correr 10. Compran todas las fotos que les sacan y no advierten que son iguales a las de la carrera anterior. Cuelgan sus medallas en lugares de la casa en que la visita pueda verlas y tengan que preguntar. Están mal. -Esta es del mes pasado- dicen tratando de usar su tono más humilde. –Esta es la primera que gané- dicen omitiendo informar que esa se la entregaban a todos, incluyendo al que llegaba último y al inspector de tránsito. Dos días después de la carrera ya están tempranito saltando charcos, subiendo cordones, braceando rítmicamente, saludando ciclistas, golpeando las palmas de las manos de los colegas que se cruzan. Dicen que pocas personas por estos tiempos son capaces de estar solos -consigo mismo- una hora por día.

Dicen que los pescadores, los nadadores y algunos más. Dicen que la gente no se banca tanto silencio. Dicen que ellos lo disfrutan. Dicen que proyectan y hacen balances, que se arrepienten y se congratulan, se cuestionan, preparan sus días mientras corren y conversan sin miedos con ellos mismos. Dicen que el resto busca excusas para estar siempre acompañado. Están mal de la cabeza. Yo los he visto. Algunos solo caminan… pero un día… cuando nadie los mira, se animan y trotan un poquito. En unos meses empezarán a transformarse y quedarán tan locos como ellos. Estiran, se miran, giran, respiran, suspiran y se tiran. Pican, frenan y vuelven a picar. Me parece que quieren ganarle a la muerte. Ellos dicen que quieren ganarle a la vida. Están completamente locos.»

Marciano Durán – Escritor Uruguayo 

Gran Canaria Media Maratón 2014: A mi me gusto

Pues a mi la Gran Canaria Media Maratón 2014 me ha gustado, debo ser raro, o no ser muy friki o no muy experimentado, yo la he disfrutado mucho ¡Joder!. Entiendo las quejas y las protestas por la mala organización y pienso dos cosas: Debe ser muy complicado organizar un evento de esta magnitud y por otro lado pienso que han tenido tiempo y recursos como para fallar tanto como se ha dicho. Que cada uno haga lo que quiera y yo os cuento mi carrera.

Lo primero de todo quiero hacer los agradecimientos:

– El primero, para mis zapatillas Acsis Trabuco Gel. Muchos no creían en ellas por ser diseñadas especialmente para carreras de montaña, pero han demostrado gran valía para circular por las carreteras de la capital. Esta ha sido su última carrera, se retiran aquí, después de un año corriendo juntos. Una pena, y una gran satisfacción al mismo tiempo por haber amortizado de largo este calzado deportivo.

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– El segundo y no menos importante, a toda la gente que nos sigue y nos apoya. Mi equipo de entrenos, carreras y blog Zach y Teddie por un lado y por otro, a las amig@s incondicionales que nos gritan desde lejos e intentan sacar la mejor foto, en esta carrera Celia, Macu, Isa, Pepa, Esther y Papa.

Bueno, vamos con la Gran Canaria Media Maratón 2014. La carrera esta programada para comenzar a las 9:00 y tenemos previsto llegar a la zona de salida (Venegas) a las 8:30. Como siempre me gusta desayunar con tiempo y pegarme una ducha mañanera, preparar la equipación de gala: Mallas, camiseta sin mangas y cienta «sexy» para el pelo (no, no soy de los que publican en facebook la ropa con el dorsal y el chip la noche antes) e hidratarme bien antes de salir de casa. Todo va perfecto, como un reloj, aparacarmos sin problema y es cuando salimos del coche cuando tenemos el primer incidente curioso. Teddie, un hombre que lo tiene todo controlado, que mide los tiempos, revisa los mapas y no deja nada al azar, se ha olvidado el chip en casa (MIERDA!). No hay tiempo de ir a buscarlo y nos apresuramos para que Teddie se acerque a la organización a preguntar por solución, cuando vuelve nos dice que no la hay. ¡Que putada! seguramente hará su mejor marca personal y no quedará registrado, menos mal que nosotros no corremos para publicar los resultados y que la gente lo vea, si no por autosatisfacción.

Arranca la carrera. Los primeros kilómetros me los tomo con tranquilidad, las últimas semanas antes de la carrera las sensaciones no eran buenas y pensaba que no había preparado la carrera lo suficiente, por lo que nos salgo a muerte, si no a probarme en este primer tramo. Cuando ya estamos llegando a la playa de Las Canteras (km 7) me doy cuenta que estoy corriendo a unos 5 minutos por kilometros. Decido que este ritmo me gusta ( si lo mantengo haré una muy buena marca) y que mi estrategia de carrera será hacer muchas pequeñas carreras de un kilómetro e intentar seguir con ese ritmo.

En el avituallamiento de Las Canteras cojo una botellita de agua, a partir de aquí beberé un poco de agua y me enjuagaré en cada punto de bebidas. Sigo corriendo, supero el temido falso llano de la calle Castillejos (donde muchos han caído) y llego a Mesa y Lopez. Un punto emocionante para mi, por aquí paso por la puerta de casa y veo a mi novia y a mi suegra animandome. Es excitante correr por las calles de la ciudad y pasar por tu barrio aun más.

Foto cortesía de Macu

Foto cortesía de Macu

De camino a Leon y Castillo empiezan las flojeras, donde la mente empieza a ir más rápido que tus piernas. Este es un momento importante en el que hay que saber controlar tus pensamientos, mi estrategia para esto es repetir un sencillo mantra que me permite mantenerme en el presente y seguir enchufado. Me empiezo a repetir: «Mente fuerte, piernas rápidas», lo repito varias veces y la sensación es que doy un acelerón, estoy a tope otra vez. Supero León y Castillo cumpliendo el ritmo de 5 minutos el kilómetro y me doy cuenta que estoy mejor de lo que pensaba antes de la carrera.

En este último tramo de la carrera es donde hay más público y os puedo asegurar que correr con mucha gente animandote es muy emocionante. Gracias a los avituallamientos de agua y mi estrategia mental llego al tramo final Triana-Vegueta-Triana-Venegas muy entero e incluso las fuerzas me dan para apretar en la recta final.

MI tiempo en este Gran Canaria Maratón 2014 ha sido 1 hora y 44 minutos. He bajado 12 minutos mi marca de hace dos años. ¡Que satisfacción! Esto da fuerzas para seguir entrenando.

La carrera acaba con una cervecita sin alcohol de la marca Erdinger (RIQUÍSIMA!!)  y con un homenaje de comida japonesa.

SEE YOU NEXT YEAR GRAN CANARIA MEDIA MARATÓN.

 

Intrusismo: La defensa de la mediocridad

Interesante historia la de hoy. Hemos ido a buscar el dorsal para la media maratón de Gran Canaria 2014, cuándo pasábamos por la feria del corredor nos asaltaban las personas de todos los stands para contarnos sus batallitas (nutrición, carreras, material…), fue entonces cuando al pasar por delante del puesto del COLEFC (Colegio oficial de licenciados de educación física y del deporte de canarias) se nos acerco una señorita para hacernos una encuesta, esta se podría llamar «Defensa contra el intrusismo en nuestra profesión». Una encuesta bastante sesgada y muy orientada a conseguir los resultados deseados, nos obligaban a responder en cada una de las preguntas que la persona adecuada para desarrollar esa actividad era uno de sus licenciados, de hecho, creo que no respondí ni una sola vez lo que realmente pensaba, ¡no me dejo!. No seria capaz de reproducir toda la encuesta ahora mismo, pero las preguntas eran algo así:

– ¿Hace usted actividad física o deporte? ¿solo, acompañado, con entrenador o acude a un gimnasio?

– ¿Quien cree que es la persona adecuada para planificar sus entrenamientos en los gimnasios?

– ¿ Quien cree que es la persona adecuada para impartir la asignatura de educación física en los colegios?

– ¿Quien cree que es la persona para dirigir una instalación deportiva?

– ¿Quien cree que es la persona adecuada para recuperar lesiones a través del ejercicio físico?

Si ella veia que no respondíamos lo que buscaba, nos trataba de reorientar hacia la respuesta deseada antes de apuntar nada en la encuesta que estaba rellenando, fue increíble y un poco irritante la verdad.

Lo mejor llego a la despedida. La señorita, por habernos robado nuestro valioso tiempo nos regalo un caramelo. Nosotros, en broma, le dijimos que ellos, expertos en la salud física, deberían ofrecer frutos secos, fruta o algo de ese estilo, no un caramelo cargado de azúcar. Ella nos dijo que nos lo dada pero que no nos lo comiéramos porque el azúcar era como una droga, y muy perjudicial. ¿No es contradictorio? ¡NO LO DES! como pretendéis diferenciaros y vencer a los «intrusos» de la profesión.

Bueno, pues todo esto han encendido la llama de las brasas del intrusismo que reposaban dentro de mi. En mi profesión, la enseñanza del golf, siempre ha habido una gran pelea contra el intrusismo de jugadores amateurs que daban (y dan) clases y cobran por ello, y más recientemente contra Licenciados en educación física y del deporte (en adelante LEFD) que trabajan en escuelas de golf entrenado a golfistas (esto lo he vivido en primera persona). Entonces, la película sería la siguiente: Los profesores de golf denuncia por intrusismo a los LEFD y los LEFD denunciarían a los profesores de golf por entrenar su deporte. Es todo muy absurdo ¿no?. Si eres un buen profesional, te has formado, preparado y reciclado ¿Porque la gente querrá ir con un «profesional» supuestamente menos cualificado o preparado? Creo que los que defienden la pelea contra el intrusismo no están muy seguros de lo que hacen, ya sean licenciados, doctores o catedráticos.

En las empresas públicas entiendo que pueda haber normativa en cuanto a la exigencia de determinadas licenciaturas para ejercer alguna actividad, al fin y al cabo, tienen que defender su sistema, el de las universidades. Pero en la empresa privada, no lo entiendo. Yo, en mi empresa, un gimnasio, un colegio, una escuela de golf o una agencia de publicidad haré que desempeñe cada puesto la persona que considere mejor preparada para ese puesto. O es que alguien cuando contrata una campaña publicitaria le pide el titulo de la Universidad Complutense de Madrid en Publicidad al que la realiza, NO! Se fijará si el resultado del trabajo es bueno, y si le gusta, repetirá. Otro ejemplo que me viene a la cabeza: Si se sigue con esta tendencia de proteccionismo, ¿acabarán los licenciados en Administración y dirección de empresas exigiendo que cada empresa sea dirigida o administrada por uno de estos licenciados? O acaso un ingeniero o un abogado no pueden ser muy validos para dirigir una empresa si se preocupa por formarse y prepararse para ello. Es un tema de si se hace bien o no, creo que el mercado se puede regular solo, si alguien hace bien su trabajo triunfará y sus clientes repetirán, si no lo hace bien (sea licenciado o no) fracasará, y sus clientes buscarán a otro profesional.

Hago una última reflexión también relacionada con la Gran Canaria Maratón. A todos os sonará el ganador, Eoin Flynn, pues resulta que me han contado que da clases de educación física en un colegio, y según mi información no tiene la licenciatura de educación física y del deporte (aunque la tuviera, supongamos que no la tiene). A que padre no le gustaría que a su hijo lo formara deportivamente un hombre que es capaz de sacrificarse, formarse y entrenarse para ganar una maratón, seguro que todo lo que pueda trasmitir será beneficioso para los chicos a los que educa, además, !es bilingüe! otro punto a su favor para la formación de los chicos, yo lo contrataría para mi colegio.

En un entorno de dura competencia como el que vivimos actualmente, a mi me gustaría que me contrataran para un trabajo, o que me buscara un cliente, porque soy el mejor, no porque tengo un título u otro. Os ánimo a todos a seguir estudiando, investigando, formando y trabajando duro para salir adelante.

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