Así empieza el libro de un campeón de campeones, considerado por todos como un jugador natural nacido con un palo en la mano, un toque de bola mágico que surge porque sí y un swing incorporado a su ADN:

» Me llaman » natural» como si hubiera nacido con un palo de golf en las manos y con el swing propio de un scratch. Y esto no es cierto. Yo no tuve la habilidad innata de lanzar una bola a 270 metros, ni el talento para pegar un hierro directo a la bandera, ni la destreza para embocar un larguísimo putt . Nadie lo tuvo.»

Por si seguimos pensando que Seve Ballesteros fue tan buen jugador sólo por el mero hecho de nacer, él mismo, continua diciendo:

» Muchos familiares y amigos atribuyen mi éxito al destino.Para serles sincero, estoy cansado de oír estos comentarios, porque, incluso cuando era niño, siempre creí que el destino es más una cuestión de elección que de suerte.A mi modo de ver , ningún golfista ha estado nunca predestinado a ser un buen jugador. La voluntad, o mejor , la ansiedad ,o incluso mejor , el impulso al trabajo constante para construir y desarrollar un juego lo más completo posible puede tener orígenes genéticos. A partir de ahí todo radica en tener afición , entrenamiento y perseverancia. A buen seguro que a algunos de ustedes les resulta más difícil jugar al golf que a otros , por diversas razones. No obstante , quien sigue trabajando y estudiando , seguro que progresará, y cuanto más lo haga mayor será la satisfacción y disfrute que va a en encontrar en el golf «.

Yo crecí escuchando historias y comentarios sobre el toque de Seve, sus golpes mágicos de recuperación y su maginífico swing «natural». Todo el mundo confunde swing natural y fácil con algo innato, con cualquier movimiento donde el cuerpo balancea el palo de golf de forma grácil y sin esfuerzo. Ahora bien, si nos ceñimos a esta descripción, cualquiera con un físico medianamente agraciado y cierto grado de coordinación, puede hacer un swing natural en la primera hora de contacto con el golf. En mi opinión, esta no es la descripción acertada.

El swing de golf tiene que estar basado en unos fundamentos técnicos, que nos hagan ser consistentes,repetitivos y precisos; no vale mover el palo elgantemente de cualquier manera.Estos fundamentos, sólo se pueden adquirir e integrar en el movimiento a base de trabajo, esfuerzo y sacrificio. Es entonces cuando adquirimos el famoso swing natural de Seve, cuando somos capaces de poner esos fundamentos en práctica de una forma grácil, haciendo que parezca innato. La realidad es que, para llegar a esa destreza mágica, se necesitan horas y horas de estudio, reflexión, ensayo,repetición y experiencia.

» Entrenar equivale también a tener el valor de utilizar en el campo una clave nueva en el swing, aunque al principio no pegue la bola con la precisión correcta. Pero, por encima de todo, entrenar significa sacrificio. El único verdadero camino para jugar al golf de calidad, con el que todos soñamos, es ir un poco más al campo de prácticas y un poco menos al recorrido» Seve Ballesteros

Este último párrafo es clave. La mayoría queremos pegarle bien a la pelota porque sí, esperamos ir al campo y que, por arte de magia o ciencia infusa, los golpes empiecen a salir como hemos planeado uno tras otro sin parar. Pues amigo jugador, esto nunca va a pasar. Entrenar no es sólo para los profesionales, entrenar es imperativo para todos. Piensalo de la siguiente manera: un profesional, incluido el gran Seve, es una persona, un humano. NO es un X MEN con poderes especiales para jugar al golf. En algunas ocasiones puede parecerlo, pero la única diferencia, entre ellos y el resto del mundo, es que durante mucho tiempo en su vidas, la única idea que ha rondado por sus cabezas ha sido entrenar para ser mejores. Sea cual sea su nivel, principiante o profesional, si quiere alcanzar el nivel deseado tiene que encontrar las ideas correctas, entender lo que tiene hacer y entrenarlo, entrenarlo, entrenarlo….

Seve aprendió de la manera más dura y difícil, como un científico, elaborando sus hipótesis y haciendo experimentos. Experimentó con todo tipo de combinaciones de posiciones de bola y manos, modificando su colocación, su movimiento en búsqueda de un swing sólido y repetitivo que le llevara a ser el mejor jugador del mundo. A través del ensayo- error desarrolló su movimiento y un amplio abanico de golpes que le permitieran resolver cada una de las situaciones que se le planteaban en un campo de golf. No obstante, y creo que una de la claves que le llevaron a su éxito, fue que muy pronto comprendió el juego del golf:

«Hay una paradoja en la forma que percibo, practico y juego al golf. Por un lado, me aplico en hacerme con un swing sólido y competitivo, dedicando muchas horas a entrenarme en el campo de prácticas, donde desarrollo ideas que se me han ocurrido y machaco las que ya tengo en la memoria muscular. Cada vez que lo hago y me esfuerzo en conseguir mi máximo potencial golfístico, en mi fuero interno me hago la ilusión de que voy a partir las calles con el drive, voy a dejar todos los approaches secos, al lado de la bandera, y voy a meter todos los putts de birdie por el mismo centro del agujero. Pero mi instinto me dice que estoy construyendo castillos en el aire. Sencillamente, no se puede llegar a la perfección del swing de golf: ni yo ni nadie conseguirá nunca dominar lo que para mí es el deporte más difícil. Por descontado que si no fuera así y saliera al campo seguro de jugar perfecto y de que todas bolas me botarían bien, casi cierto que abandonaría el golf, porque habría perdido su mayor encanto.» Seve Ballesteros

Seve ¡ Que grande eras ! Esto es lo bonito de la vida, de las cosas,del deporte, del golf…deberíamos valorar más el proceso de mejorar y aprender. No nos damos cuenta que esto es lo bonito, la mejora es de por vida, nunca se acaba.En cuanto cosideremos que ya no podemos aprender más o mejorar más, estamos muertos en vida, abandonaremos todo lo que hagamos. No debemos querer llegar a ningún sitio, sólo debemos caminar, mejorar, cambiar, dar cada paso lo mejor posible y disfrutar de todos las fases, niveles y etapas que vayamos atravesando.

Siempre digo que en su época era mucho más » fácil» llegar a ser el mejor en algo. Había menos jugadores y menos conocimiento. Hoy en día existen muchos entrenadores con amplios conocimientos de técnica, condición física, biomecánica, psicología, nutrición… capaces de orientar y ayudar a cualquier chaval, con ganas de ser un gran jugador, a conseguirlo. Parece que me estoy cotradiciendo, pero no. El hecho de que sea más fácil acceder al conocimiento, sin tener que hacer ensayo- error, para la persona entusiasmada en ser un buen jugador, hace que haya más competencia, más jugadores competitivos y ,por lo tanto, dificulta la tarea de ser el mejor, pero no de mejorar.

Vi jugar a Seve en su última etapa como jugador, cuando el grande, ya no parecía serlo tanto. Conocí de sus proezas en los campos por la televisión, por mis padres, por artículos de revistas y no me podía creer como ese jugador considerado tan » mágico» había pérdido su magia. Me hubiera gustado conocerle y poder entender como sucedió que, de repente al Merlín del golf que consiguió poderes mágicos a través de pensar y trabajar como un científico, estos se le vieran arrebatados en su última etapa como jugador.

Después de leer su libro «Golf Natural», lo que si puedo entender es como llegó a ser el jugador y el deportista que fue. Conocía su técnica a la perfección. En el libro describe con exactitud fotográfica cada gesto que realiza para golpear la pelota. Detalla cada combinación de posición de bola, cuerpo y manos para conseguir dieferentes vuelos de bola y trayectorias y para sacarla con éxito de cualquier lie, por díficil que este fuera.

Aparte de lo anterior, lo que más me sorprendió era su concepto del golf como deporte, no sólo como juego. Sin saberlo conscientemente, ya manejaba la famosa Ecuación de rendimiento deportivo ( ERD= Técnica+Condición Física+Material+Enfoque Mental). En su publicación habla de su técnica, habla de la importancia de la preparación física y de comer sano, de tener el material adecuado , y se detiene a explicarnos las claves del enfoque mental de un deportista/jugador de éxito. Él, las enumera así: CONFIANZA, CONCENTRACIÓN, VALOR y SENTIDO COMÚN.

» No hay semana en la que no oiga un par de veces a un grupo de amateurs discutiendo si el golf es un deporte básicamente mental o físico. Para mí la respuesta es tan clara como el agua. Una vez que se ha conseguido un swing repetible y efectivo y aprendido un repertorio amplio de golpes que incluya un juego corto fiable desde cualquier situación, el golf se juega por completo en el espacio que va de oreja a oreja. Y cuanto mejor quiera llegar a jugar uno, independientemente del handicap que tenga ahora, mucho más deberá desarrollar las facultades mentales como confianza, concentración, valor y sentido común» Seve Ballesteros

Con esta última perlita de Seve cerramos esta entrada dedicada a él. Como en una emocionante película que no queremos que acabe; El gran mago , el eminente científico del golf nos plantea la siguiente interrogante: la confianza, la concentración, el valor y el sentido común ¿ Se entrenan? Creo que la respuesta está muy clara 😉