Nacemos y empezamos a movernos. Vamos desarrollando habilidades de interacción con el entorno y supervivencia. Gateamos, nos ponemos de pie , caminamos y de repente un día empezamos a correr.

Corremos porque nos persigue nuestro padre, porque echamos una carrera con los amigos, porque jugamos a la cogida o al escondite, porque practicamos algún deporte, pero correr por correr carece de sentido, por lo menos en el principio de nuestras vidas.

Nuestros ancestros corrían para huir de algún depredador o enemigo y para cazar , también tenían sus juegos , pero la función principal era la supervivencia. Supongo que los gorditos sedentarios lo tenían crudo para conseguir alimento y seguro que morían los primeros. Leyendo esto último que he escrito ¿ Habría gorditos ? jajajajaj! seguramente no. Este tema es muy jugoso, pero me desvío de mis 18 Km.Sigamos…

Ahora empezamos a correr por juego, competición, salud y superación. Os imagináis a un cazador de una tribu dando vueltas al campo antes de salir a cazar para calentar o corriendo para ser más rápido a la hora de cazar. Como he leído en algún libro, si estos cazadores nos vieran corrriendo sin motivo aparente, literalemente, se descojonorían de la risa.

Cierto es, que los motivos han cambiado, no deja de ser un acto de supervivencia, pues correr es saludable, pero en la mayoría de los casos es un acto de superación física y mental, sea lo que sea lo que nos impulsa a correr.

Empiezo mis 18 Km, voy solo, mis compañeros no pueden venir a mi hora y van temprano por la mañana. Cuando terminan me informan de su tiempo,1 hora 43 minutos. Tengo una referencia de lo que puedo tardar, pero mi naturaleza de superación permanente me dice que puedo hacerlo en menos tiempo y que lo voy a intentar con todas mis fuerzas.No se si lo conseguiré.

Se acerca la hora , mi mente empieza hablarme sin que yo le pregunte: » de verdad te vas a pasar casi 2 horas corriendo» . Le digo que si, que quiero y puedo hacerlo.

Empiezo a correr, todavía con residuos de mi pensamiento anterior. Hasta el minuto 52 no conseguí meterme en carrerra , iba en lucha permanente conmigo mismo. Algo sucede dentro de mi, he ganado la batalla, mi mente y mi cuerpo estan de acuerdo en que vamos a estar corriendo un rato, lo aceptan y cogen ritmo. Entro en estado de flujo y empiezo a disfrutar.Este disfrute no quiere decir que no vaya a haber momentos difíciles , pero acepto que forman parte del juego de la carrera, del juego de la vida y que estoy metido en ella.

Hay momentos que quieres abandonar , pero sigues. Momentos que sientes que puede más y lo das. Miras hacia el futuro, lo que queda por recorrer y te agobias. Miras todo lo que has corrido y te sientes orgulloso. Miras a los lados y ves lo bonito de todo lo que te rodea. Miras al suelo, sientes tus latidos , oyes tus pasos,te centras en tu ritmo consigues permanecer en el presente y te sientes genial. Se acerca la meta y das el último empujón.Llegas al final y te sientes feliz.Consigues tu objetivo te llenas de alegría. No lo consigues, la próxima vez será ¡ C’est la vie !

Una vida en 18 km, multitud de decisiones y sensaciones en 1 hora 35 minutos y 20 segundos.Sin duda me ha hecho más fuerte, me he superado.