Algo que todo jugador de golf debería tener muy claro es que golpear una pelota de golf es una de las habilidades que deberemos desarrollar para jugar al golf, pero sólo es eso, una habilidad más.
Si me pongo a entrenar y logro que mi golpeo sea cada vez mejor , esto no siempre se traducirá en mejores resultados. Como siempre escuchamos en PlayGolf: «una cosa es jugar al golf y otra cosa es golpear una pelota».
Golpear una pelota es la ejecución psico-física de ordenar al cuerpo que se mueva, para usar el palo que hemos escogido, para dar el golpe que hemos diseñado. En la medida que comprendamos mejor como se mueve el cuerpo y como interactúa con el palo y la bola (Entender el Swing de golf),mejor será la orden de ejecución que nuestro cerebro mandará a este.Si al mismo tiempo entrenamos nuestro cuerpo,más eficientemente ejecutará esta orden. Como consecuencia de esto,siempre y cuando utilicemos palos que se adapten a nuestras características físicas,nuestro golpeo de la pelota será cada vez mejor y mejor. La pregunta ahora es: ¿ Mejorarán ahora mis resultados ? la respuesta es:» debería , pero no tiene por qué».
Jugar al golf es algo muy sencillo: eliges un objetivo, diseñas un golpe, escoges un palo y golpeas la pelota intentando conseguirlo. Este último matiz es muy importante, no golpeamos para conseguir nuestro objetivo, sino para intentarlo; esto es lo bonito del golf, la incertidumbre.Nunca, tengas el nivel que tengas, sabes que golpe va a salir.Por eso, jugar al golf es intentar ,del primer golpe al último ,que salga lo que hemos diseñado, sin tener la certeza de lo que va pasar. Si conseguimos estar del hoyo 1 al hoyo 18 intentando que salga el golpe deseado, habremos jugado bien al golf, independientemente de que los golpes hayan salido como deseábamos o no.La suma de los aciertos y lo errores, será el resultado final de la vuelta,que, insisto, nunca podremos controlar.
Si aprendemos a controlar nuestra mente, para que juegue al golf, estaremos en predisposición para dar un mayor número de buenos golpes,siempre en consonancia con la habilidad de golpear la pelota que hayamos desarrollado.
La próxima vez que alguien le pregunte que tal ha jugado, piénselo dos veces antes de responder. Si ha conseguido permanecer durante los 18 hoyos intentando hacer los golpes que diseña, sin distraerse con el resultado de los mismos, habrá jugado una vuelta de golf excepcional, con independencia de como haya golpeado la pelota y el resultado que haya firmado en su tarjeta.