Alguna vez te has preguntado cuando vas al campo de prácticas porqué en un cubo caben 50 bolas. Pues en mi opinión es porque todas las bolas suman.

Supongo que nunca te habrás preguntado que pasaría si fueras al campo de prácticas y golpearas todas las bolas del cubo perfectas, tal como quieres. Esta respuesta no es tan sencilla de suponer, a mi nunca me ha pasado.

Tengo que confesar, que si me he planteado si tiraría bolas en caso de que esto sucediera. A lo mejor carecería de sentido ¿ No crees?

Que en el cubo quepan 50 bolas de golf no significa que todas las debamos golpear perfectas. Si esto fuera así, con una bola sería suficiente.

Cada una de la bolas que golpeamos es una mini dosis de aprendizaje. Con la práctica cada vez golpearemos mas bolas como nos gustaría. Creo que si algún día las golpeáramos todas a nuestro gusto, sería el último día que volveríamos al campo de prácticas.

Piensa que cada bola que falles es un paso más hacia el golpeo que buscas. También lo puedes enfocar de esta otra manera, cada bola que aciertes es fruto de las bolas erradas anteriormente. Esto se cumplirá, siempre y cuando haya habido un proceso consciente a la hora de golpear , ya sea un acierto o un error.

Quiero decir, que si tiras cinco bolas mal sin tener ni idea de como lo has hecho y, tras estas, tiras una bola bien sin comprender ni sentir que has hecho para conseguirlo, pues el acierto se ha producido por una alineación astrológica casual, no porque se haya producido aprendizaje. No me cansaré de repetirlo, para que se produzca aprendizaje debe haber plena conciencia del proceso.

Por esto, cuando vayas a golpear bolas no desesperes por las bolas erradas, están sumando, están acumulando experiencia para que se produzca el momento, el click, el avance, la mejora.

Quiero  prevenirte del «síndrome de las tragaperras», de la ludopatía del golfista. Esto se produce cuando te queda la última bola y te dices: » Venga, como es la última la tengo que golpear bien» Resulta que por la obligación que te has impuesto, te presionas ligeramente y fallas el golpe. Entonces dices: » No me puedo ir así»  y vuelves a la máquina de bolas a meter otro euro, sin pensar que se volverá a producir la misma situación, volverás a enfrentarte a la última bola. Puede que la presión impuesta sobre la última bola se duplique en esta ocasión, vuelvas a fallar y se repita la misma situación una y otra vez, hasta que digas: » A la mierda…. me voy» .

Creo que debes saber decir «Stop» antes de caer en esto. Mi recomendación es que pienses que  nunca hay última bola, porque volverás otro día. Piensa que el entrenamiento nunca termina,sólo hay pausas, pero el entrenamiento es continuo, es de por vida,  por eso nunca hay última bola. Sumarán hasta el infinito, mejorarás hasta el infinito.Si fallas la presunta última bola piensa: » Me voy a descansar, mañana sigo» No te vayas directo a la máquina a por más bolas. Convierte en un aspirante paciente y tranquilo, no en un golfista ludópata desesperado y fuera de control.

También opino que debes ser justo con tus esfuerzos y no ser reduccionista.Valora  tu entrenamiento por el conjunto de los realizado y no por el resultado de la presunta última bola.

Recuerda todas las bolas suman. Si golpeáramos siempre bien, entrenar carecería de sentido, los retos dejarían de serlo y, por supuesto, el golf también.