“La verdad está ahí fuera » era el slogan de la famosa serie de televisión Expediente X.  En la serie los dos agentes del FBI se dedicaban a investigar los sucesos relacionados con los OVNIS, sucesos inexplicables que los clasificaban como expedientes x. Golfistas, el swing de golf ha sido un Expediente X, pero por suerte “la verdad está ahí fuera” y podemos descubrirla.

Este eslogan me viene a la cabeza en muchas de las clases que imparto a lo largo de la semana en Playgolf. Os voy a explicar lo que a mí me ha inspirado y me inspira.

Después de pasar por todos los profesores del club y alguno de fuera, después de años y horas de entrenamiento, después de llegar a hándicap 0 y haber competido a nivel nacional en casi todas las categorías, me di cuenta que no entendía el swing de golf. Creo que no soy el único jugador de golf del mundo que le ha pasado esto.

Di clases con muchos entrenadores y todos más o menos manejaban los mismos conceptos: gira ,”desgira”, grip fuerte, grip débil, deja la cabeza, hazlo más suave, cruza abajo, flexiona las piernas, levanta la barbilla y el mejor de todos » hay días buenos y días malos». Con estos conceptos, alguno más y no mucha más explicación, teníamos que lidiar y mejorar. Analizándolo retrospectivamente, entiendo porque para mí y muchos golfistas, el swing de golf era un auténtico expediente X, puede que para aquellos entrenadores también lo fuera.

Hubo un día, tras perder la confianza en los entrenadores de golf, que me dije a mismo: “Javi, la verdad está ahí fuera, tienes manos, pies, cabeza para pensar, palos de golf y pelotas. Posees todo lo que necesitas para resolver la ecuación ¡ A Currar!”

Desde ese día no volví a entrenar con nadie y me empecé a convertir en mi propio entrenador. Esto no quiere decir que me cerrara al mundo y tratarse de descubrir el swing de golf yo solito, esto sólo significó que a partir de ese momento sacaría mis propias conclusiones.

Conclusiones basadas en el aprendizaje con los entrenadores que había tenido, mi entrenamiento personal, en mi experimentación, en conversaciones con compañeros y alumnos, en cursos de formación, en libros, videos, otros deportes…de todos los ámbitos extraemos información transferible para mejorar en aquello en lo que hemos centrado nuestra atención.

Creo que perdí la confianza en los entrenadores de golf no porque no me salieran los golpes como yo quería tras horas de práctica, sino porque realmente no entendía lo que estaba haciendo.

Después de casi 12 años de estudio y experimentación , tengo las ideas más claras, me siento capacitado para ayudar y orientar al jugador de golf a mejorar, para ahorrarle tiempo en la consecución de sus metas. También ha mejorado mi juego, aunque todavía no estoy al nivel que me gustaría, en unos meses creo que  lo estaré.

Cuando miro a mis alumnos, creo que alguna vez también se lo he comentado a ellos, pienso: “Chicos, la verdad está ahí fuera. Tenéis manos, pies, cabeza, palos y pelotas, todos los ingredientes para golpear pelotas y jugar al golf. Os falta comprender y ejecutar, es decir, más horas de pensamiento y de entrenamiento, más atención.”

No os limitéis a escuchar al entrenador y convertiros en autómatas de lo que explica, tratad de entender el porqué de las cosas. Teneis un palo en las manos observadlo, sentidlo, tratad de entenderlo. Ternéis un cuerpo, pues haced exactamente lo mismo y así con todo lo que concierne a vuestro golf. En definitiva, sed alumnos pero convertiros poco a poco en entrenadores en vuestros propios entrenadores.

Alguien me dijo una vez: “El mayor orgullo que hay para un maestro es que su discípulo se acabe convirtiendo en maestro, no que este sea de por vida un ente dependiente de él”. Estoy de acuerdo y lo comparto totalmente.

Obviamente, por el interés que me toca, no estoy animando a los jugadores de golf a que abandonen a sus entrenadores, les estoy animando a que busquen a entrenadores que les faciliten el aprendizaje, les ahorren tiempo en la consecución de sus metas, pero sobre todo lo que pretendo en esta entrada es animaros a que os convirtáis en agentes activos de vuestro aprendizaje.

La verdad está ahí fuera, vamos a estar atentos para descubrirla.